martes, 14 de septiembre de 2010

Epidemia emocional...

Y si te digo... que aunque creas que hay cosas que son dificiles, ¿siempre aguanta el hecho de pensar que puedes contra todas ellas?

Siendo verdad, que por más vueltas que le des al cazo, el agua no hervirá antes... abogo por pensar, que aunque tu cabeza no pare de girar, algo lograrás solucionar u olvidar.

Si bien soy catastrófica pensando en lo decadente que es la vida ultimamente, me aferro también a pensar que aunque mi super-yo no me deja ver más allá del más oscuro pensamiento, hay un resquicio en mi... una esquinita, en la que puedo refugiarme y sentir que todo saldrá bien.

No soy el ejemplo perfecto de animo y diversión, pero tampoco puedo hundirme dia si y dia también con todo lo que forma parte de mi vida. Se que 200 veces caeré, pero también se que 201 aprenderé a no volver a hacerlo. Si de mi dependiera ser feliz, hace mucho tiempo que hubiera amarrado el barco para que no acabara en deriva...

Tengo motivos para serlo, y hoy por hoy, es lo único que puede hacer que una persona lo sea. Atandome a esos motivos... se que estoy siendo más fuerte de lo que jamás he sido en mi vida, por continuar, por el simple hecho de no abandonar. Y más fuerte aún habiendo aceptado hace tiempo mi cometido. Sea cual sea, si me ablando ahora, habré fallado. Me habré engañado.

Quisiera entenderme a veces, y evitar incoherencias que ayudan a mi autodestrucción, pero no dejo de ser yo. Ahora mismo sufro el atontamiento de una epidemia emocial contagiosa. Si tú estás bien, por consiguiente, yo lo estoy. Sin ser la alternativa perfecta a solucionar o, por lo menos, estancar tus problemas, es la mejor huida hacia un lugar mejor del que estás ahora mismo.

Muchos se preguntan que hacer cuando no puedes más. Puede que escribir sea la mejor opción de plasmar sentimientos que nadie leerá, aunque el simple hecho de picar texto, ya hace que te sientas reconfortado contigo mismo.

Hoy es un dia raro para la humanidad...

¿Existe cura para esta epidemia? Si tan facil fuera contagiar la alegría, ¿se abstendrían muchos de hacer cosas malas? ¿Esas cosas malas de las que no podemos deshacernos? Duele el pensar que nos perseguiran toda la vida... pero duele aún más, el pensar que no las superaremos nunca.



Por intentar comprenderme heredé... el más horrible sentimiento de odio. Hoy soy incapaz de vivir sin él y usarlo contra quienes me rodean. Espero que mañana aprenda de una vez a controlarlo, ya que pasado, habré trabajado duro para intentar ser mejor que ayer.

Por pensar que cada día puedes mejorar...














¿Sabia que sólo la práctica de la vida hace que nos sintamos divinos? Nietzsche


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