miércoles, 6 de octubre de 2010

Sueños, irrealidad… verdad.


Yaces sobre tu descanso. Piensas. Intentas olvidar. Comienzas a darle vueltas a tus propios pensamientos. A todo lo que te ha sucedido. Empiezas a soñar.

Sueñas con cosas que no tienen sentido. Síntoma de equivocación. Estas hecho un lío. ¿Pero eso lo sabes tú? No. Lo deduces. ¿Por qué? Sencillo. Soñé con algo irreal. ¿A que llamas irreal? A algo que no puede suceder nunca.

Los sueños, provienen de nuestros pensamientos. Si en ellos reside inquietud, suelen ser confusos, siempre. Pero si contienen tranquilidad, los sueños se vuelven raros…

En que quedamos… ¿no hay sueños buenos?

Si que los hay, pero siempre son raros. Por que a lo que nosotros llamamos bueno, es que nunca hemos vivido lo que en ellos se ha relatado, por eso son raros.

¿Y que hay de la muerte? ¿A que contexto lo adjuntas?

¿Quién ha soñado con la muerte? En todo caso, habremos muerto. Si, y eso, ¿a que se asemeja? ¿Inquietud, miedo, dolor…?

No, simplemente, curiosidad.

¿Curiosidad?

A veces los sueños se deben a algo que nunca has vivido y debido a lo real que pueden llegar a ser, te ves en condiciones extremas, como por ejemplo el morirte. Es irónico, pero en la cabeza de todo ser humano, alguna vez… hemos pensando el como sería morir. Si duele… o no.

Entonces es miedo.

Miedo o incertidumbre. El caso es que los sueños siempre se dan, en mayor o menor proporción, gracias a tu estado de ánimo.

Imposible…

No. Ese concepto ya se ha quedado anticuado. La imposibilidad ya no existe. Y si… todo lo que nos pase será causa de que acabemos soñando algo bueno o malo.

Es fácil. Si en medio de la noche, sientes presión en alguna parte del cuerpo, soñarás con que te hacen daño, y dará la casualidad que será justo donde, cuando te levantes, te duela.

Efectivamente, dirás… “parecía real…” y aquí entra tu pensamiento.

Si empezamos a criticar objetivamente todo lo que nos pasa, todo lo que no “cuadra”, todo aquello que queda fuera de la mente humana… acabaríamos volviéndonos locos, y sufriríamos una saturación de ideas que cobraría tal vida que seríamos capaz de imaginar.

Lo que no he mencionado, es que eso, ya está pasando.

La mente humana no tiene límites, solo los que le da la irrealidad. Un mundo aparte, otro modo de vida, otras ideas… ¿realidades ocultas? Todo aquello que queda fuera de nuestro terreno intelectual nos hace pensar.

¿Elucubramos?

No. No es elucubrar. Es querer saber más.

¿Pero por que…?

Por que desde que tenemos uso de razón siempre hemos querido ir más allá. Saber lo que de verdad somos, o lo que simplemente nos sacará de aquí.

Entonces… ¿para que tanta incertidumbre?

Solo nosotros tenemos la culpa de todo lo que en este mundo sucede. No hay nadie más al que poder reprochar. No hay NADA más por lo que luchar si no es vivir y esperar sedente a que la muerte haga el resto. Ya no hay tiempo para pensar. Ya no hay tiempo para imaginar.

Al sarcasmo lo llamaron vida por eso de que está atribuido al fin. Por que el que nace, comienza a morir. Su destino no será otro que desaparecer.

Nuestra razón comienza a tomar cuerpo cuando llegamos a una edad en la que nos atrapan las preguntas. No antes. Estoy segura de que si nuestra mente se desarrollara nada más vemos la luz por primera vez, y pudiéramos decirle a un niño que está aquí solo para morir… las cosas serían distintas. El modo de pensar sería muy duro. La gente iría directa a sus propósitos, no se pararía, en absoluto, a tomarse las cosas con calma… no diría “hay mucha vida por delante”.

Infame idealista que piensa que la vida hay que vivirla con orientaciones a la felicidad plena. Puedes, pero no debes, por que si vas con una venda el resto de tu vida, seguro, que habrá más de un momento en el que cuando te la quites sufrirás mucho más que haberte enterado antes y haber vivido con ello hasta tu final.

No te bases en materialismos, ni tampoco en realidades perfectas por que más daño hace el pensar que todo esto es bonito, cuando en realidad te están engañando… aunque seas feliz aislado de la verdad.

Si aprendemos a enfrentarnos a aquello que perciben nuestros sentidos, sea bueno o malo, a la hora de tratarlos, será sencillo. Sabremos a lo que atenernos, por que no habrá cosa que nos desvele que lo que vemos no es real.

Bueno… miento. Si que puede haber. Que tengamos una anomalía síquica y pensemos que todo es perfecto cuando no es verdad.

La verdad duele. Pero una vez que tienes conciencia de ella… no te queda otro remedio que admitirlo. Y ahí, la fuerza de tu autoestima ascenderá, y tu mente será tan pura, que ni la imagen perfecta de tu final podrá asustarte.

Fuisteis puestos en este mundo para probar la evolución de un ser racional. Un ser que fuera capaz de darle la vuelta a todo. Que con solo dos palabras definiera el mundo. Y lo que ha conseguido mediante infamias es cambiar el curso de la historia. Hemos fallado. Nuestro cometido ya ha terminado. Ahora debemos morir.

Ya no hay por lo que luchar. El progreso cada vez va más lento. La mente humana no da más de si. Solo nos queda revolver lo que ya está escrito. Y si alguna vez llegamos a alguna conclusión… esa, será la definitiva.

Estoy segura.