domingo, 2 de diciembre de 2007

¿Que parte de nosotros es Edipo y cual otra es la Esfinge?


Amitir el error como condición de la vida es rebelarse con los actuales conceptos del valor. –escribió Nietzsche.

Puedes... fiarte de anecdotas, ejemplos, experiencias, incluso demostraciones... pero has de saber, que no serán, ni remotamente, parecidas a tus propios intentos.

Cada uno nace de forma diferente a otro, ni siquiera los gemelos lo comparten todo como única unidad totalitaria en la forma de vida. Vivimos intentando parecernos a alguien y siempre fallamos; desonramos a los más nobles y desprestigiamos a nuestros maestros, con el sabe como serán el día de mañana.

¿Pero por qué?

Es imposible que una generacion pueda inculcarle a una posterior, algo parecido de lo que en la misma sucedió. Ese fue el error que cometieron nuestros progenitores o antepasados, a los que se anteponen valores morales por encima de la sociedad y la época.

Está claro a donde quiero llegar; al enfrentamiento que ha existido desde que el ser está en la tierra. Al descontrol de la edad, y al interés de un futuro estable. Un mundo mejor, una vida más perfecta; son sólo un poquito de lo que esta sociedad lleva trabajando siglos. Por más que repitamos lo mismo, en ella no se hayan respuestas, solo más dudas.

¿La muerte quizás sea una de ellas?

Sería absurdo tenerle miedo, cuando ella puede convertirse en tu mejor amiga, teniendo en cuenta en el mundo en el que vives y sabiendo todo lo que te juegas día a día. Por querer ser, por querer prestigiar, por querer honrar a los consejeros legitimos que te trajeron hasta aquí. Por querer, muchas veces nos quedamos sin, por que Federico no escribía tales aberraciones –para muchos– por su esquizofrenia, las escribía por que iba en contra de una politica filosófica erronea, ateo y consciente de su no existencia, solo busca mantener un orden entre lo moral y lo normal. Y obviamente es imposible conseguirlo por que para muchos el valor moral, es el valor divino, con lo que volvemos de nuevo a no tener nada y a no poder llegar a una conclusión clara.

Por lo tanto, si atendiendo a nuestros consejeros, conseguimos que al menos nuestras vidas tengan sentido, como diría Federico ¿es el hombre sólo un fallo de Dios, o Dios sólo un fallo del hombre?.

¿De quién nos fiamos? ¿De la historia llegados al s.XXI o de la prehistoria fuente de ciencia? ¿Que es lo que tiene más principio neutral? ¿De que podemos depender sin tener que recibir ataques sobre otras influencias? ¿El dogma es solamente una opción, o una forma de creer, para incitar al error?

Tantas son las preguntas que uno se hace, que por querer contestarlas a todas Federico por ejemplo, calló muerto. ¿Es ese el futuro que nos quisieron regalar nuestros antepasados? ¿Son estos los problemas con los que tenemos que cargar por ser la especie privilegiada al poder razonar? Son tantas las cuestiones que uno mismo en lo único que piensa es: en como acabará todo esto.

Acabe como acabe, moriremos antes de saber si aquellas preguntas tenían una respuesta.

Solamente aquél que contribuye al futuro,
tiene derecho a juzgar el pasado.

Friedrich G. Nietzsche

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